1.-Realizar una rutina diaria, es decir tener una manera de llevarlo a la cama, la cual siempre sea a la misma hora y de la misma manera ayuda a que el bebé aprenda rápidamente a dormir a sus horas, en su habitación y en su cuna. Esta rutina debe ser siempre placentera y predecible.

2.-Un ambiente relajante favorece el cambio de la actividad cerebral del bebé. Si no estás segura de dejarlo a obscuras, busca una lámpara de noche o focos de menor intensidad para arrullarlo antes de dormir.

3.-Despertarlo a la misma hora, ayuda a regularizar su sueño. Si lo dejas dormir demasiado, después no querrá descansar a la hora adecuada.

4.-La temperature de su cuarto debe estar entre los 18 y 22 grados Centígrados. El exceso de frío o calor ocasionará despierte en la noche.

5.-Evita jugar con él utilizando actividad física que lo altere o emocione demasiado. Si puedes generar un ambiente tranquilo unas dos horas antes de dormir obtendrás buenos resultados.

6.-Los muñecos de peluche y las mantitas pequeñas ayudan a tu bebé cuando está despierto, mientras duerme es importante que no tenga cerca elementos que llamen su atención o bien que lo puedan incomodar si se mueve al dormir.

7.-A los bebés (y a los adultos) nos encantan los masajes. Busca una crema o loción con lavanda o manzanilla y acarícialo con ella. Esto lo relajará y le ayudará a dormir con esta pequeña aromaterapia.

8.-Las canciones de cuna, nunca pasan de moda. Aunque no cantes bien, tu voz y la melodía ayudarán a tu bebé a conciliar el sueño.

9.-Revisa el pañal. Parece obvio, pero revisarlo antes de que sea el momento de llevarlo a la cama puede darte algunos minutos más de sueño.

10.-Relájate. No pierdas la calma si te desvelas. Tu tranquilidad sera el reflejo de que todo está bien y tu bebé aprenderá muy pronto a permanecer dormido y tú finalmente podrás descansar