Salud

Cómo tratar la fiebre de tu bebé

La fiebre es una condición muy frecuente en la niñez. Es el aumento temporal de la temperatura en el cuerpo como mecanismo de defensa ante una enfermedad o padecimiento.

La fiebre es una de las razones más comunes por las que los padres buscan atención médica para sus niños, se estima que el 30% de los padres consultan al médico por causa de fiebre en su hijo como síntoma primario.

La temperatura es considerada como normal cuando se encuentra entre 36° y 37.5° C° medida en forma oral ó 37.2° en la axila. Se considera fiebre cuando la temperatura corporal se encuentra por arriba de los 37.5° C° ó 37.2° respectivamente.

La fiebre es un signo de alerta que debe tratarse de inmediato. Algunas de las causas de la aparición de fiebre pueden ser:

– Presencia de una infección en el organismo que puede ser causada por virus o bacterias, siendo más común la infección viral. Estas infecciones pueden ser en vías respiratorias, gastrointestinales y urinarias.

Posterior a la aplicación de una vacuna.

  1. La dentición
  2. Algunos trastornos inflamatorios
  3. Además de la fiebre en muchos casos se presentan otros síntomas como:

malestar general, vómito, diarrea, dolor de cabeza, garganta y muscular.

 

¿Cómo sé que mi hijo tiene fiebre?

Si al tocar con tu boca o mano su frente notas que está más caliente de lo normal.

Toma la temperatura con un termómetro ya sea de mercurio o digital.

Si además del aumento en la temperatura notas que el niño presenta los siguientes síntomas:

  • Pérdida de apetito
  • Está muy decaído
  • Somnolencia
  • Irritabilidad
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Si está muy pálido o sonrojado
  • Si presenta dificultad para respirar
 

¿Qué debo hacer si mi hijo tiene fiebre?

Lo primero que se debe hacer es buscar atención médica de inmediato.

El especialista te indicará el tratamiento más adecuado para reducir la fiebre y minimizar el riesgo de alguna complicación.

Desabrigarlo y dejarlo con la menor ropa posible y procurar que en la habitación no haya calor excesivo.

Si el niño tiene temblores o escalofrías se le puede tapar pero con ropa ligera.

Se le pueden poner compresas en brazos, piernas y tórax

Asegurar que el niño beba líquidos y descanse.