Nutrición

La importancia de las vitaminas y el hierro para tu bebé

El término vitamina proviene del latín vita, que significa vida.

Las vitaminas son pequeñas sustancias naturales que son parte de la llave que hace que las células de nuestro cuerpo funcionen perfectamente y en los bebés son indispensables para que la maduración de sus órganos y sentidos sea posible.

El cuerpo humano no puede producir vitaminas y la única forma de obtenerlas es a través de los alimentos, es por ello que una dieta equilibrada es fundamental en el desarrollo y maduración de nuestro organismo.

Las vitaminas son necesarias para todas las personas independientemente del rango de edad y su condición de salud, por ello es muy importante consultar al médico antes de tomar algún medicamento o suplemento adicional a la alimentación.

Las vitaminas se clasifican en dos grandes grupos:

VITAMINAS HIDROSOLUBLES.

Son aquellas vitaminas que se disuelven fácilmente en agua lo cual significa que el cuerpo no las acumula en grandes cantidades.

A este grupo pertenecen:

1. COMPLEJO B.

Todas las vitaminas del complejo B ayudan al organismo a convertir los carbohidratos en combustible para el cuerpo, es decir glucosa, que es la forma en que la energía de los alimentos puede entrar a la célula de forma eficiente.

Estas vitaminas también ayudan al organismo a metabolizar grasas y proteínas y son necesarias para mantener la piel, cabello, ojos, hígado saludables, además de que ayudan al sistema nervioso a funcionar adecuadamente.

Vitamina B1 (Tiamina).

Participa en la generación de energía por el organismo a través de los carbohidratos y en la regulación de sustancias que permiten que el cerebro funcione correctamente.

Vitamina B2 (Riboflavina).

La Vitamina B2 , además de ayudar al cuerpo a producir energía, también es un antioxidante que ayuda a combatir las partículas dañinas en el cuerpo conocidas como radicales libres y que pueden dañar a las células del cuerpo y su DNA, contribuyendo a evitar procesos de enfermedad.

Vitamina B3 (Niacina).

La Niacina comparte las propiedades comunes del complejo B, y adicionalmente ayuda al organismo a elaborar diferentes hormonas sexuales por algunas glándulas y al desarrollo de otras partes del organismo. La niacina es fundamental desde las primeras semanas del nacimiento y además juega un papel importante en disminuír la inflamación en el cuerpo.

2.VITAMINA C (Ácido Ascórbico).

La Vitamina C es necesaria para el crecimiento y la reparación de los tejidos del cuerpo, es un factor que ayuda a la formación de colágeno, que es el esqueleto que da estructura a la piel, cartílago, tendones, ligamentos y vasos sanguíneos. Es importante para la cicatrización de las heridas y para que el cuerpo pueda reparar a los huesos y los dientes cuando han sido dañados y ayuda a la absorción de hierro que recibe en los alimentos.

La vitamina C también es un antioxidante que protege al cuerpo de los radicales libres.

VITAMINAS LIPOSOLUBLES

Las vitaminas A, D, E y K se denominan liposolubles porque son solubles en grasas, y pueden almacenarse en el cuerpo.

Vitamina A (Retinol).

La vitamina A es la forma activa del retinol, y ayuda a formar y mantener saludables la dentadura, los huesos, la piel y las estructuras del cuerpo que producen moco, el cual nos defiende de las agresiones del medio ambiente en lugares como la boca, nariz, el estómago y los ojos. Ayuda a producir los pigmentos de la retina del ojo y promueve una buena visión, especialmente la visión nocturna.

Vitamina D (Colecalciferol).

La vitamina D ayuda al organismo a formar huesos sanos porque ayuda a la absorción del calcio. El calcio es un mineral que forma parte importante de los huesos. Desde el nacimiento y a través de la infancia, el cuerpo de los niños utiliza este mineral para producir hueso y generar el crecimiento.

¿EN QUÉ ALIMENTOS SE ENCUENTRAN ESTAS VITAMINAS?

Vitamina B1: Levadura, hígado, granos de cereales, pan y cereales fortificados

La vitamina B2 (Riboflavina): Leche y productos lácteos, huevo, hígado, carne, verduras de hoja verde, pan y cereales fortificados

La vitamina B3 (Niacina): Hígado, vísceras, carnes magras, aves, pescados, cacahuates y levaduras

Vitamina A: Alimentos con pigmento amarillo y anaranjados como zanahorias, camote amarillo, calabaza, melocotones y hojas de color verde.

Vitamina D: Leche fortificada e hígado de bacalao.

Vitamina C: Frutas cítricas como naranjas, guayabas, mandarinas, limones, fresas y en verduras como jitomate, col y brócoli.

HIERRO.

El hierro es un mineral que se encuentra en cada célula del cuerpo y es considerado un mineral escencial porque forma parte de las células de la sangre (eritrocitos), que son los encargados de transportar el oxígeno hacia todas nuestras células.

El hierro es un mineral de suma importancia para el desarrollo del bebé.

La deficiencia de hierro produce alteraciones en el metabolismo de las células del cerebro y en las células relacionadas con la visión y la audición.

Aunado a esto, el hierro tiene una importante participación en el aprendizaje, y los efectos perjudiciales de la anemia por déficit de hierro en los niños persisten durante años, afectando considerablemente el rendimiento escolar.

Los lactantes tienen grandes requerimientos de hierro que difícilmente son cubiertos con una dieta habitual, por ello hay que poner especial énfasis en la alimentación del bebé y asegurarse de que el bebé reciba las cantidades diarias recomendadas, ya que de lo contrario, es posible que la deficiencia de hierro ocasione anemia en los siguientes meses de vida.

El hierro puede darse a los bebés recién nacidos mediante gotas tanto para aquellos en lactancia materna exclusiva, como aquellos alimentados con fórmula infantil. Para los bebés que comienzan la alimentación sólida, la suplementación de hierro en forma de gotas es una opción para cumplir con sus requerimientos diarios de forma adecuada.

¿EN QUÉ ALIMENTOS SE ENCUENTRA EL HIERRO?

Hígado, los mariscos, vísceras en general y carnes. Alubias secas y las verduras de hoja verde oscuro.

 

Referencias

1.- Luttz C, Przytulski K. Nutrición del ciclo vital: lactancia, infancia y adolescencia. Capítulo 11. En: Nutrición y dietoterapia Ed. Mc Graw Hill. 2011. Pp . 90, 135.
2.- OMS.Directriz: Administración intermitente de suplementos de hierro a niños de edad preescolar y escolar. Ginebra. Organización Mundial de la Salud. 2012.
3.- Catenaccio V, Speranza N, Giachetto G. Prevención de anemia en menores de 2 años: importancia de considerar las diferentes presentaciones comerciales de hierro disponibles en nuestro medio.
4.- Casanueva E, Kaufer HM, Perez A, Arroyo P. Nutriología Médica. Ed. Médica Panamericana, 2010. Pp. 71.